“Puede haber una guerra civil y un derramamiento de sangre que el pueblo hondureño no se merece”, declaró Arias al lamentar la imposibilidad de acercar a los representantes de Zelaya y de Micheletti en la segunda ronda de conversaciones en Costa Rica.
Arias no logró más que convencer a las partes de comprometerse a no tomar ninguna decisión antes de este miércoles, pues espera sacar alguna solución mágica que apacigüe la crisis.
Por su parte, la Comisión Europea congeló ayudas por un importe de 65,5 millones de euros para el Gobierno hondureño tras el fracaso de las gestiones de Arias.
“Veré si podemos lograr un acuerdo entre las partes en conflicto, porque ¿cuál es la alternativa al diálogo? Buena parte del pueblo hondureño, ustedes lo saben, tiene armas. ¿Qué pasa si se dispara una de esas armas contra un soldado, o un soldado dispara su arma contra un ciudadano armado?”, declaró Arias.
La crisis política en Honduras se disparó cuando un grupo de militares dieron un golpe de Estado contra Zelaya a quien acusaban de intentar modificar la legislación vigente para preparar su reelección indefinida.
La Comunidad Internacional ha repudiado el golpe de Estado y demanda la restitución de Zelaya quien, tras haber sido sacado del país a la fuerza, busca retornar para exigir con mayor énfasis la salida de los golpistas.
ANDINA.
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