Escribe : Ángel Arturo Castro Flores
Coronel (r) EP
La geopolítica como disciplina, enseña a valorar lo que cada país posee, es una herramienta fundamental para la evaluación geoestratégica de un país. En el caso del nuestro, nos enseña a considerar nuestras riquezas naturales, su biodiversidad, valores, cultura, tradiciones, fortalezas y debilidades como sociedad. Todo ello distribuido en las 8 regiones naturales según Javier Pulgar Vidal, o si se quiere en las 11 Ecoregiones de Antonio Brack.
Por su importancia, cada Región es un área geográfica que se puede delimitar perfectamente, teniendo en consideración su clima, suelo, cuencas hidrográficas, riqueza étnica, actividades humanas, así como su diversidad en flora y fauna silvestre.
La Geopolítica por tanto, estudia no solo la influencia de los factores geográficos en la vida y desarrollo del estado, sino que, permite obtener conclusiones capaces de orientar la política del país y lograr sus objetivos nacionales o de Estado.
Pero, no es solo el factor geográfico el que toma la geopolítica como elemento que determina tales comportamientos, sino que busca respuestas para saber qué sucede en lo social, económico, demográfico y ecológico. La combinación de estos factores le otorga a la geopolítica su valor y verdadero sentido en la actualidad.
Es una herramienta valiosa, para el estadista y el estratega militar, tanto para fines de desarrollo como para alcanzar la seguridad y defensa nacional. Especialmente para prevenir los efectos, que las vulnerabilidades, los riesgos y las amenazas militares y las de la propia naturaleza, como el terremoto en Chile, pueden conmocionar a nuestra nación y afectar los objetivos nacionales.
A diferencia de su período original, ocurrido a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX en el que la geopolítica se ideologizó y sirvió para que las potencias europeas encontraran la justificación de su expansionismo territorial; en la actualidad y después de su fracaso en la Segunda Guerra Mundial (II-GM), la geopolítica ha recobrado un nuevo resurgir.
En la actualidad la geopolítica se define como la disciplina que enseña a valorar las potencialidades de un país y a realizar un mejor uso de los espacios físicos y recursos de toda naturaleza. “Es un instrumento de análisis para desentrañar al conjunto de factores que estructuran el comportamiento político de los pueblos. Orientándose fundamentalmente a ser una disciplina que enseña a los dirigentes nacionales públicos y privados, a realizar un mejor uso o empleo de los espacios geográficos que ocupan los estados”.
Por otro lado, la geoestrategia nos enseña la forma de articular armoniosamente todos los elementos que el Estado posee en su ámbito geográfico, para darle un sentido utilitario, o de utilidad y uso a los recursos inmensos que posee, y aprovechar las ventajas geopolíticas que el país cuenta, especialmente por su ubicación geográfica.
Según Rudolf Kjellen “La Geopolítica concibe al Estado como un organismo geográfico o como un fenómeno en el espacio”. Mientras que Zbigniew Brzezinski, ex consejero del presidente estadounidense Jimmy Carter, sostiene que “La Geoestrategia es la gestión estratégica de los intereses Geopolíticos”. Es decir, la Geoestrategia estudia la influencia de la geografía desde el punto de vista estratégico, de tal manera que, a quien posea el control y/o posicionamiento físico de los espacios territoriales, le genere, ventajas geopolíticas.
La ocupación de los espacios de crecimiento de nuestro país, que a la fecha no se ha realizado por falta de una política de Estado; materializaría la ejecución de una política nacional, que permitiría ocupar estos espacios de crecimiento para generar actividades económicas y de esta manera garantizar el bienestar y seguridad de la nación.
Debemos tener en cuenta que en las diferentes regiones de nuestro país, Costa, Sierra y Selva existen muchas áreas de crecimiento, que no han sido ocupadas para las diversas actividades humanas. Eso es una limitación que afecta la articulación y el sentido utilitario de esas áreas potencialmente productivas.
¿A quiénes compete desarrollar una visión geopolítica y geoestratégica del país?
Por su estrecha relación con los intereses nacionales, una visión geopolítica y geoestrategia moderna de nuestro país conciernen y es responsabilidad de todos, especialmente de gobernantes, las FFAA, los políticos, diplomáticos y fundamentalmente los estudiantes.
Entonces, una nueva visión geoestratégica del Perú tiene necesariamente que articular los siguientes elementos: las riquezas existentes en el mar y sus regiones naturales; la ubicación geográfica del Perú en el continente y en el mundo; la presencia del río Amazonas que materializa la bioceanidad y la conexión del Perú con los países continentales e insulares de la Cuenca del Pacífico. Así como la presencia del Perú en la Antártida y la capacidad creadora del hombre peruano.
Desde el punto de vista geoestratégico, nuestro país es marítimo por su acceso al mar con un litoral de 3,080 Km. Andino porque la cordillera de los andes nos une a otros países. Amazónico porque contamos con bosques y una biodiversidad compartida con otros vecinos. Bioceánico por la proyección internacional que nos da el río Amazonas hacia el Atlántico. Antártico, como expresión de su proyección continental y es el nexo natural entre los extremos norte y sur de Sudamérica.
El valor geoestratégico de nuestro país está dado por: su ubicación central y condición bioceánica, que son favorables para el desarrollo de un nudo de comunicaciones terrestres y aéreas en América del sur; la interconexión del Perú con 4 cuencas hidrográficas que permiten un intercambio comercial, industrial, cultural y poblacional significativo; el ser marítimo y bioceánico permite el comercio naviero con todos los países continentales e insulares de la Cuenca del Pacífico y del Atlántico.
En este referente geopolítico y geoestratégico, se debe aprovechar la ubicación estratégica de la Isla San Lorenzo, para la construcción de un terminal multimodal (terrestre, marítimo y aéreo). En lugar de construir casas, centros comerciales y empresariales.
Debemos aprovechar que esta isla tiene 8 kilómetros de largo y 2 de ancho, espacio suficiente para albergar los tres terminales. Inmensas ventajas si lo comparamos con la pista del Jorge Chávez (4 kilómetros de largo X 100 metros de ancho aprox.). O con el mejoramiento de los muelles Norte y Sur del primer puerto. Nos daría una gran ventaja sobre el megapuerto chileno de Mejillones que se debe inaugurar el 2012.
No olvidemos, nuestra proyección geoestratégica internacional es inmensa, especialmente hacia la Cuenca del Pacífico. Hay un gran mercado con más de 1,300 millones de habitantes que esperan a los productos peruanos.
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