A puertas de las elecciones del 2011, el periodista César Hildebrandt propuso una alianza entre el ex presidente Alejandro Toledo, Luis Castañeda y el líder del Partido Nacionalista, Ollanta Humala, para prevenir el retorno del fujimorismo.
“Si Toledo, Castañeda y Humala no llegan a un acuerdo para prevenir al país de un retorno del fujimorismo van a demostrar lo miserable que es la política peruana”, sostuvo al ser entrevistado por el ‘Diario16’.
Asimismo, dijo: “Si no hay una alianza o un frente en contra de esta ‘gonorrea’ que quiere volver a visitarnos, corremos el riesgo de que la hija del ladrón y asesino Alberto Fujimori regrese. Aquí hay un solo adversario, pero ya no del sistema –en el que no creo- sino un adversario del país: el fujirmorismo”.
El director del semana rio‘Hildebrandt en su trece’ dijo que los comicios presidenciales, votaría por “una tenia” que por Keiko Fujimori, lideresa de Fuerza 2011.
“Yo votaría por una tortuga ecuestre, con tal que no sea por Keiko. Si tengo que votar entre una tenia y Keiko, voto por la tenia. Por lo menos será “tenia”, porque con Keiko será “tenía”. Voto por Popy. Voto por Perochena. Prefiero mil veces a un tipo de Luringacho que a un fujimorista. Por lo menos, el tipo de Lurigancho tiene la equívoca, la poética honestidad de ser ladrón y decirlo”, manifestó.
Por otro lado, al comentar el caso de Richard Gálvez, quien acusó al presidente Alan García de haberlo golpeado, el periodista sostuvo que la salud mental del jefe de Estado “no está bien”.
“En primer lugar, quiero decir que insultar al Presidente personalmente no dice nada bueno del estado psicológico del insultador. Pero tampoco dice nada bueno del estado psicológico del insultado. El insultado ha demostrado que su salud mental no está bien. El autocontrol es una de las cualidades que más se admira en un político, y el Presidente ha demostrado que su autocontrol está fallando”, sentenció.
También dijo que García “no ha tenido una buena relación con la prensa, excepto con la prensa vasalla. Ha estado acostumbrado a un entorno servicial y de pronto vea una actitud valiente”.
Finalmente, expresó: “Lo más grave de todo ha sido la mitomanía con la que se ha querido enterrar todo esto. En Estados Unidos, a Clinton se le rechazó por la mentira, no por lo sexual. La mentira es una de las cosas que menos se tolera en la vida y en la política. Y el Presidente ha vuelto a demostrar que su capacidad de mentir está intacta. Como lo demostró cuando dijo: yo no nunca he ordenado masacrar a los presos de El Frontón. Una de sus mentiras más sombrías”.
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