Además de Muamar Gadafi, el flamante jale de Keiko Fujimori prestó servicios al dictador indonesio Suharto, considerado como el gobernante más corrupto de los últimos 20 años, así como al tirano egipcio Mubarak, derrocado en febrero pasado, quien robó al menos cinco mil millones de dólares en los 30 años que detentó el poder.
El economista Hernando de Soto, promocionado asesor de la candidata de Fuerza 2011, Keiko Fujimori, no solo ha colaborado con el tirano libio Muamar Gadafi, sino que también prestó sus servicios a los dictadores Mohamed Suharto de Indonesia y Hosni Mubarak, de Egipto, dos de los dictadores conocidos por sus actos de corrupción.
En el artículo “La arquitectura oculta del capitalismo”, publicado originalmente por Hernando de Soto en la revista estadounidense Time, el 16 de abril de 2001, el economista menciona como fue su colaboración con Suharto, considerado por la ONG Transparencia Internacional (TI) como el gobernante más corrupto de los últimos 20 años.
“Hace varios años el gobierno de Indonesia (de Suharto) me invitó como asesor para identificar los activos que conforman el sector extralegal, en el que vivía el 90% de la población del país”, escribió aquella vez De Soto.
Contacto en Indonesia
La asesoría de De Soto a Indonesia, uno de los tigres asiáticos, no tendría nada de malo si no fuera porque Suharto, que gobernó tiránicamente entre 1967 y 1998, ha sido considerado corrupto entre los corruptos, pues se calcula saqueó las arcas públicas de su país en una cantidad que oscila entre los 15 mil y los 35 mil millones de dólares.
Suharto, que llegó al poder a instancias de Estados Unidos, luego que este país provocara la caída del líder tercermundista Sukarno, incómodo para los intereses gringos, confió sus políticas a un grupo de economistas educado en NorteAmérica, apodado la Mafia de Berkeley.
Con ellos realizó reformas para establecer a Indonesia como un centro de inversión extranjera, que incluyó privatización de sus recursos naturales para que los exploten países industrializados, legislación industrial favorable a corporaciones multinacionales y petición de préstamos a la banca internacional, entre ellos al Banco mundial.
Todo ello se realizó sin fiscalización alguna, con la participación de militares y gente del Partido Golkar (su agrupación) que actuaron como intermediarios de negocios (extranjeros y nacionales) con el gobierno indonesio. Esto desencadenó un alto grado de corrupción en forma de sobornos, crimen organizado y malversación.
En este contexto, donde el movimiento de dinero terminaba en fundaciones (yayasan) bajo el control de la familia de Suharto, llegó De Soto a ofrecer sus servicios. El grado de corrupción ha sido tal que en su Informe Global de Corrupción dado a conocer en Londres el mes pasado Transparencia Internacional consideró a Suharto el político más corrupto de los últimos 20 años.
En este mismo reporte, también figura Alberto Fujimori, padre de Keiko Fujimori, como el sétimo gobernante más corrupto del mundo en el mismo periodo de tiempo, por haber desfalcado alrededor de 600 millones de dólares del erario peruano, dinero que habría utilizado para que la hoy candidata de Fuerza 2011 estudie junto a todos sus hermanos en las universidades más caras de Estados Unidos.
También con Mubarak
En su página web, el Instituto Libertad y Democracia (IDL), ONG que dirige De Soto, publica un mapa del mundo en los que figuran los 23 países donde esta institución ejecuta sus proyectos desde 1980.
Además de Libia e Indonesia, IDL también lleva a cabo sus proyectos en Egipto, país que el pasado mes de febrero sufrió una rebelión popular que terminó con el derrocamiento del dictador Hosni Mubarak.
La relación de Hernando de Soto con el depuesto tirano Mubarak empezó en la segunda mitad de la década del noventa, luego que el director del ILD dejara el país tras colaborar con la dictadura de Fujimori.
En declaraciones ofrecidas en El Cairo, el 9 de setiembre de 1997, el dictador Mubarak hizo un comentario donde ensalza la contribución de De Soto a su país. “Si las propuestas del ILD son aceptadas, las puertas de la historia se abrirán para Egipto”, señaló entonces el tirano, tal como recoge la página web de la citada institución.
Según el portal The Huffington Post, en los 30 años que estuvo en el poder Mubarak robó a Egipto al menos cinco mil millones de dólares, aunque otros cálculos sitúan su fortuna en el orden de los 70 mil millones de dólares.
En 1981, Mubarak reemplazó Anwar el-Sadat, quien murió asesinado. Apenas accedió al gobierno prometió erradicar la corrupción, pero al poco tiempo su hermano, sus dos hijos y al menos una docena de sus funcionarios más cercanos fueron encarcelados por prácticas corruptas.
Después de 30 años de gobierno, la fortuna de los Mubarak se incrementó notablemente. Sus hijos fueron los principales beneficiarios. En la actualidad, esta familia cuenta con una mansión en el exclusivo distrito Knightsbridge, de Londres y una residencia cerca del Bois de Boulogne, en París. Además, posee yates y propiedades en Nueva York, Beverly Hills, El Cairo y en un complejo turístico en Sharm el-Sheij, en el mar Rojo. Gran parte de la fortuna está invertida en cuentas bancarias en Suiza y en otros países europeos.
Congela cuentas de Gadafi
El gobierno de Suiza reveló ayer que congeló 957 millones de dólares en cuentas bancarias que los expresidentes de Túnez, Egipto y el coronel Muamar Gadafi, que sigue aferrado al poder en Libia, tienen en ese piáis.
La presidenta de Suiza y ministra de Exteriores, Micheline Calmy Rey, precisó que se han identificado 416 millones de dólares en activos potencialmente ilegales de Gadafi y su círculo cercano.
Helio Ramos
Redacción
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