La Unión Europea (UE) sigue firme en su intención de imponer un embargo petrolero a Irán durante el encuentro de ministros de Exteriores del lunes, tal como estaba previsto, pese a las amenazas de Teherán de bloqueo del estrecho de Ormuz, según fuentes diplomáticas en Bruselas.
Los ministros de Exteriores de los Veintisiete quieren además congelar fondos del banco central iraní, mencionó DPA.
La prohibición de importaciones de crudo iraní entrarían en vigor de inmediato, aunque para suministros ya acordados la presidencia de turno danesa prevé un plazo de transición que vencería el 1 de julio. La fecha es sin embargo controvertida porque algunos países querían empezar antes y otros después de hacer efectivo el bloqueo, según diplomáticos.
Italia y Grecia querían plazos de transición lo más largos posible porque sus importaciones de crudo vienen en hasta 14% de Irán. La UE debe hallar una solución particular para Grecia, ya que Teherán le concede una financiación especialmente ventajosa de las importaciones de crudo.
La economía griega es la más dependiente de los suministros iraníes. Por ello, Atenas estaría exigiendo a la UE garantías de que podrán comprar crudo a otros proveedores en términos igual de favorables que los ofrecidos por Irán.
Las medidas sin embargo van más allá y prevén prohibir la exportación de instalaciones técnicas modernas para la industria petroquímica. Tampoco se podrá vender a Teherán impresoras de dinero europeo y habrá embargo para otros productos como el oro, los diamantes o metales preciosos.
La UE quiere presionar junto a Estados Unidos al gobierno iraní para que haga concesiones en su programa nuclear. Occidente sospecha que Irán podría estar desarrollando una bomba atómica. Se espera que las sanciones golpeen duramente al país, ya que 70% de los ingresos iraníes proceden del crudo.
Mientras, el embajador iraní en Moscú criticó la presencia de buques de guerra estadounidenses en el golfo Pérsico, que consideró una “provocación” y preparación de una posible guerra, señaló Mahmoud Reza Sayadi citó Itar-Tass.
El diplomático consideró que en el conflicto nuclear, Occidente busca una excusa para una solución militar. Muchos políticos europeos ven en una guerra contra Irán una oportunidad para desviar la atención por la crisis económica de su continente, añadió Sayadi.
Mientras tanto, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, dijo que se estaba terminando el tiempo para evitar una intervención militar en Irán y pidió a China y Rusia que apoyen nuevas sanciones para forzarlo a negociar su programa de enriquecimiento de uranio.
Francia ha liderado los esfuerzos internacionales por adoptar medidas más duras para presionar a Irán para que detenga su programa nuclear desde que las negociaciones entre Teherán y las seis potencias mundiales -Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania- se estancaron, acotó Reuters.
Las naciones occidentales han expresado su creciente preocupación ante la posibilidad de que Israel lance un ataque preventivo contra Irán, profundizando la inestabilidad en una región ya inestable.
“El tiempo se está acabando. Francia va a hacer todo por evitar una intervención militar”, dijo Sarkozy a embajadores franceses reunidos en París.
“Una intervención militar no resolverá el problema, sino que desatará una guerra y caos en Medio Oriente”, agregó.
Mientras tanto, Japón prometió seguir reduciendo sus compras de crudo iraní en la manifestación de apoyo más clara entre los grandes compradores asiáticos a los esfuerzos estadounidenses por endurecer la presión contra Irán.
Otros compradores del crudo iraní han indicado menos cooperación o han sido menos directos en sus comentarios
Fuente: Agencias – Andina
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